Lima, Perú (Spacio Libre).- Cuando creíamos que las políticas y posiciones a favor de los derechos humanos tendrían mayor cabida en este gobierno, sobre todo luego del anuncio hecho por el premier Lerner ante el Congreso respecto al avance de las reparaciones a las víctimas del conflicto armado interno, aparece un ministro de Defensa que en vez de respaldar, pone un petardo para complicar la situación.

Daniel Mora, congresista de Perú Posible y actual titular de Defensa, soltó algunas perlas en el programa "No hay Derecho" de Ideeleradio. Perlas que Eduardo Gonzales, recapitula en su blog y que demuestran que sobre la conciencia del señor Mora pesa más su pasado militar que la intención de conciliar y reconciliar posiciones encontradas desde hace mucho.

Decir y proponer una política de Punto Final, no sólo es peligroso y horrendo como señala Roberto Bustamante en su blog, sino que atenta definitivamente contra la búsqueda de una justicia de miles de personas que aún no saben que ocurrió con sus familiares.

Mora justifica su posición, señalando el clásico argumento usado por personajes como Rafael Rey, donde los militares y policías no son considerados víctimas del conflicto (falso, sólo hay que revisar el informe de la CVR) y que el Estado se ha rendido dándole reparaciones a "terroristas".

En este último punto, dos aclaraciones:

1. La CIDH impone sentencias vinculantes y aplica el pago de reparaciones civiles. La corte no discrimina si los demandantes son o no terroristas, simplemente son personas que finalmente acceden a la justicia supranacional al ver visto violentado su derecho a un debido proceso (la mayoría de casos son de juicios realizados durante el fujimorato).

2. En el actual programa integral de reparaciones, se establece que aquellos que fueron integrantes de las organizaciones terroristas o fueron enjuiciados y sentenciados por terrorismo no son objeto de las reparaciones. Actualmente el Registro Único de Víctimas está siendo depurando para evitar este tipo de filtraciones.

Por lo demás, cabe recordarle al señor Mora que hay 15 mil familias que aún esperan saber algo de sus seres queridos. Eso sumado a las 69 mil víctimas del conflicto armado interno, entre civiles, policías y militares, cuyo recuerdo debe permanecer incólume frente a las intenciones de meter todo en una maleta y lanzarlo al olvido PARA SIEMPRE.