Mayo de 2003, no recuerdo la fecha exacta pero si recuerdo la escena. Esperando tranquilo en la recepción del local de CPN Radio, cuando quedaba en aquella casona de Miraflores, cerca a la avenida Arequipa. En unos minutos más, el director de la radio de ese entonces Alberto Ku King me recibiría para conversar con él y ver que posibilidades tenía de ingresar a la radio, luego que mi enamorada (hoy esposa) hiciera un "lobby" para que me pudieran entrevistar. Para mí era un momento importante y un salto trascendente, después de muchos años como periodista radial en emisoras de la AM y luego como reportero de la Coordinadora Nacional de Radio, significaba la oportunidad de pasar a "una radio de FM" y ser escuchado por más almas.

Entré a la salita donde hacían las conferencias de prensa, me recibió Alberto junto a la coordinadora general de producción, Danitza Palomino. En ese momento, por alguna razón, los nervios me querían traicionar. Tenía 24 años y me sentía seguro de mi mismo, pero por alguna razón empecé a dudar.

Hablé mucho con Ku King, tenía mi CV en la mano y sabía que yo hacía conducción y tenía mis pininos en producción, además de haber sido reportero varios años. Apuntó algunas cosas, me dijo "es posible que necesitemos alguien para la conducción de noticieros". Mi cabeza giró demasiado, me aislé por un rato y luego Danitza dijo algunas cosas, me preguntó en donde estuve, qué hice y más. Cuando terminó la entrevista, Alberto me soltó la famosa frase que todos detestamos en entrevistas de trabajo "cualquier cosa te llamamos".

Pasaron las semanas y pensé que el asunto se había terminado ahí. Hasta que mi teléfono sonó y la llamada era de Danitza, me pedía que vaya al día siguiente a la radio. Fui temprano a la emisora, Alberto me dijo que me iban a aceptar, que empezaba ya mismo, pero antes unas pruebas. Me mandaron, donde el gran maestro de prensa Fausto Rodríguez, él me mandó a leer unos titulares en interno, luego venían las pruebas en la calle, reportes en vivo, y después a conducir el noticiero de la noche.

A partir de ahí empezó la aventura más extraña de mi vida. Después de Fiestas Patrias, Alberto me llamó y me dijo que necesitaban un apoyo en producción en la mañana. La tarea no era fácil, había que reemplazar a Juana Prado, en ese momento LA PRODUCTORA de la mañana, el reto era grande, pero poco a poco y luego con el apoyo de Juana, fui aprendiendo algunos trucos de esa chamba y logré hacer buenas cosas. Eso me obligaba a dejar la calle que por tantos años hice, pero valió la pena.

Luego vino otro reto, conducir el programa de entrevistas de la tarde "Hora Cinco", donde alterné por varios meses con el buen Carlos Castillo (ahora periodista de política de Peru21). De ahí vendría la conducción del noticiero del mediodía, la Segunda Edición, en principio con Clorinda Velásquez y luego sólo. De ahí el matutino de los domingos, cuya última hora la hacía con Alberto Ku King, para luego producir su programa dominical. Algunas veces me tocó conducir el noticiero de la mañana.

Después llegarían otros retos, producir la nueva edición de Hora Cinco, ahora con la conducción de Claudia Cisneros y Mario Saldaña. Con la misma Claudia me tocó producir un programa que ella conducía llamado "Mi Casa tu Casa", una aventura de ella sobre vivienda y construcción, donde tuvimos muy buenas secuencias. Luego llegaría "A Punto", conducido por María Teresa Braschi y Jesús Alzamora. Ya para ese entonces conducía un magazine nocturno los domingos que me permitió abrir otra arista a nivel de conducción, conocer a gente del espectáculo y la movida cultural y quizá el mejor programa de esos domingos fue cuando toda la tropa de La Sarita cayó en la cabina y nos hicimos una hora completa de vacilòn en vivo.

Como productor, tuve la oportunidad de conocer a muchos de nuestros "famosos" de la política nacional, ver de cerca sus arranques, sus formas de ser, sus capacidades para transformarse, o simplemente para ser ante los micros lo que no son en la realidad, pero también hay de los buenos, aunque ustedes no lo crean.

Estar en CPN me dejó no sólo buenos recuerdos además de uno que otro nada grato instante (tan común en esta profesión), sino que me dejó también buenos compañeros de trabajo y mejores amigos, con quienes aprendimos a trabajar en equipo: Juana, Betsabé, Jessica, Carol, Claudio, Karina, María Inés, ellos acompañaron día tras día las jornadas intensas en el área de producción, buscando el invitado correcto, ganando la "pepa", brincando de emoción cuando le ganábamos a la competencia.

Me dejó también inmemorables amigos en el área de prensa como Yoshman y Bettina, Erick, Jaime, Pedro, Jorge, Ulises, entre otros que por azares del destino nos impide seguir de cerca nuestras andanzas, pero siempre conectados por el face, el correo o lo que sea para saber los unos de los otros.

Hoy CPN deja las frecuencias, para darle paso a una propuesta musical, de otra corporación radial, una propuesta tan o más pacharaca de las que ya existen en el atolodrando dial. Hoy escuchando a los conductores despedirse, muchos recuerdos volvieron a mi cabeza, pero sobretodo permaneció la confianza y el gesto de la labor bien hecha, de la clase aprendida y de la capacidad de siempre producir "Información al instante".